Asimismo, fue parte de la dote de diversas reinas en sus matrimonios, como por ejemplo, Berenguela de Castilla, Doña Violante, la infanta Estefanía o Leonor Plantagenet.
Reducido a ruinas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, a principios del siglo XXI el estado del castillo era prácticamente de ruina.
En el año 2003 una empresa hotelera inicia un proceso de restauración intensiva que finalizó en 2006, sirviendo desde entonces como Posada Real, es decir, convirtiéndolo en un recinto hotelero con 24 habitaciones.
Existe un dicho popular que dice: "Buen castillo tendría Peñafiel, si no tuviera a la vista el de Curiel".
TERRANOSTRUM
El Castillo de Curiel es de planta cuadrada, con cuatro torres, almenas y aspilleras. La mampostería es del siglo IX y aún conserva restos de un importante recinto amurallado.
Destacan las vistas que desde allí se obtienen. Lo primero que vemos bajo nuestros pies es el pueblo de Curiel, éste describe una forma de media luna que desde abajo no se aprecia, desde arriba se observa como el pueblo se ha amoldado a la forma del cerro.
Si levantamos la vista, tendremos una bella panorámica del Valle del Duero, así como de la localidad de Peñafiel, con su castillo a la cabeza. Cuenta una leyenda que había un gigante que ponía un pie en el castillo de Curiel y otro en el de Peñafiel y bebía agua del Duero.
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