lunes, 27 de agosto de 2018

Ermita de San Roque

Una leyenda local cuenta que Vicente Ferrer, quien visitó la villa en enero de 1412, fue el que mandó erigir a principios del siglo XV este edificio en honor a San Roque. El santo, que se hacía acompañar de un perro sanador de heridas, sería el encargado de librar a los medinenses de cualquier peste. La construcción original del siglo XV es reedificada en el XVIII. De planta cuadrada, esta construcción de ladrillo, de titularidad municipal, tiene una sencilla fachada sobre cuya puerta de acceso hay una hornacina con la imagen del santo, rematada por un frontón curvo que contiene las armas de la villa; una modesta espadaña acoge un esquilón de volteo. En su interior se halla un pequeño retablo rococó que contiene la escultura del santo titular flanqueada por las de San José y San Ramón Nonato; en el ático hay una imagen de Santiago Matamoros. Podemos también apreciar un Nazareno con la Cruz del S. XVII.


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