DESCRIPCIÓN (DESCUBREMEDINADERIOSECO):
El convento de San José de Carmelitas descalzas se encuentra en un recoleto rincón, en el corro del Carmen, cerca de la plaza de toros, al oeste de la ciudad. Su fundación se debe a una provisión real dada el 2 de marzo de 1603. El patronato se funda a favor de Doña Vittoria Colonna, viuda del almirante Luis III Enríquez, cuyos escudos nobiliarios campean en la fachada.
En convento consta de casa e iglesia. En el lado izquierdo está la casa convento, por donde se accede al torno. En su fachada puede leerse una lápida que recuerda la fecha de la fundación y el paso de Santa Teresa por este lugar.
La iglesia se comenzó a levantar el 31 de marzo de 1606 bajo la dirección del maestro de obras Juan del Valle, segun trazas de fray Alberto de la Madre de Dios, trazador de la orden carmelitana, autor de la iglesia del real monasterio de la Encarnación de Madrid.
A la ya abundante arquitectura clasicista construida en Medina de Rioseco (Santa Clara, Santiago, San Pedro Mártir, Santa Cruz) hay que añadir esta pequeña iglesia, también clasicista, pero de la escuela que en la Corte madrileña capitaneaba el arquitecto Francisco de Mora, escuela que presenta netas diferencias con la de Valladolid, y que hace doblemente valiosa la presencia de este edificio en la ciudad.
La fachada, de piedra sillería y ladrillo, destaca por su extrema sencillez. Su función es la de muro de cerramiento de la nave, por lo que todos sus elemento son de gran sobriedad y están perfectamente ordenados siguiendo un eje central: la portada adintelada, la hornacina con la imágen de San José, la ventana que ilumina el coro y el escudo de la orden carmelitana en el frontón.
El interior también es de una gran sencillez y armonía: una sola nave con planta de cruz latina. La misma sencillez se aprecia en los muros. La nave se cubre con una bóveda de medio cañón. La iluminación procede de vanos termales situados en los brazos del crucero. El crucero se cubre con un cúpula de media naranja sobre pechinas, donde se han pintado las imágenes de Santa Teresa y otros santos carmelitas.
La iglesia posee un exiguo mobiliario. El retablo mayor es de sobrio barroco, cobija en la hornacina central la imagen de la Virgen del Carmen con el niño, realizado siguiendo el modelo de Gregorio Fernández. En los brazos del crucero hay otros retablos del más puro estilo clasicista, con imágenes de Santa Teresa y San José.
El convento permanece actualmente cerrado, ya que la orden que lo habitaba lo abandonó hace pocos años. Su marcha generó una dura batalla con la localidad por considerar la orden que las obras de arte que se encuentran en el convento eran de su propiedad, mientras que la localidad defendió que eran suyas. Finalmente se dió la razón al segundo y el convento está siendo estudiado para abrirlo, bien como interés turístico o bien con finalidades de explotación hostelera.
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